Ryan Reinolds y Jason Bateman interpretan a Mitch y
Dave, dos amigos de la infancia que llevan unas vidas totalmente
diferentes. Mientras Mitch sigue siendo un soltero, no precisamente de
oro, que conserva el carácter infantil de cualquier niño grande, Dave es
padre de familia y un hombre dedicado enteramente a su vida
profesional. En una de esas reuniones de amiguetes en las que comentan
sus respectivas anécdotas y beben sin parar, desean a la vez tener la
vida del otro y por arte de magia, se despiertan al día siguiente con los cuerpos cambiados.
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